Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Cantar 5, 3-13

3 - «Me he quitado mi túnica, ¿cómo ponérmela de nuevo? He lavado
mis pies, ¿cómo volver a mancharlos?»

4 ¡Mi amado metió la mano por la hendedura; y por él se
estremecieron mis entrañas.


5 Me levanté para abrir a mi amado, y mis manos destilaron mirra,
mirra fluida mis dedos, en el pestillo de la cerradura.

6 Abrí a mi amado, pero mi amado se había ido de largo. El alma se
me salió a su huida. Le busqué y no le hallé, le llamé, y no me respondió.

7 Me encontraron los centinelas, los que hacen la ronda en la ciudad.
Me golpearon, me hirieron, me quitaron de encima mi chal los guardias de
las murallas.

8 Yo os conjuro, hijas de Jerusalén, si encontráis a mi amado, ¿qué le
habéis de anunciar? Que enferma estoy de amor.

9 ¿Qué distingue a tu amado de los otros, oh la más bella de las
mujeres? ¿Qué distingue a tu amado de los otros, para que así nos conjures?

10 Mi amado es fúlgido y rubio, distinguido entre diez mil.

11 Su cabeza es oro, oro puro; sus guedejas, racimos de palmera,
negras como el cuervo.

12 Sus ojos como palomas junto a arroyos de agua, bañándose en
leche, posadas junto a un estanque.

13 Sus mejillas, eras de balsameras, macizos de perfumes. Sus labios
son lirios que destilan mirra fluida.